Donostia Festibala es el festival más joven de la ciudad, La ración indie del verano donostiarra, pero en su corta trayectoria -la primera edición se celebró en 2012- se ha destacado como un festival diferente, tanto por la música independiente que trae a la ciudad, por el escenario. Al principio tenía lugar en un parque de atracciones. Ahora el escenario es tan insólito como encantador: un hipódromo de aire vintage. Cómodo y accesible, todo el mundo que viene repite lo mismo: si no hubiera algo así, habría que inventarlo. Estas características hacen de este festival una experiencia musical única, con dos escenarios y grandes bandas internacionales mientras juega, se divierte? a plena luz del día. Una experiencia impagable.